martes, 29 de noviembre de 2011

El humor de Rembrandt

Hombre alegre y dado a las bromas, se encontraba una vez pintando los retratos de una familia muy rica cuando alguien abrió la puerta del estudio y arrojó en él un mono muerto. Al observar Rembrandt su ridícula expresión, no pudo resistir la tentación de pintarlo; pero, como el único sitio de que disponía para ello era el lienzo donde estaba pintado a sus mecenas, no se le ocurrió nada mejor que incluirlo en el conjunto; no obstante las protestas se su acaudalado cliente, Rembrandt pintó el mono en medio de éste y sus familiares.




Ana Mª Domínguez

3 comentarios:

  1. Ana :) esta anécdota es rara,pero divertida ! jaja sigue asii :)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana =)

    Nos ha gustado mucho la anécdota y nos hace gracia la car del mono jeje sigue asi un besito :D

    ResponderEliminar
  3. Ana, está genial la anécdota. ¿De dónde conseguis la información? Está estupenda, el arte es mucho más divertido y anecdótico. Sigue asi (pero estudia un poquito más eh?)

    ResponderEliminar